Cocreativos del proyecto “Amaia” destacaron las tutorías presenciales del Labko en Misiones

Culminaron las instancias presenciales y virtuales de las tutorías del Labko, laboratorio de co-creación, para los proyectos ganadores. Se desarrollaron en Posadas y en Bilbao, País Vasco, a partir del convenio entre el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM) y el Clúster Audiovisual Eiken. Nicolás Batlle estuvo a cargo del proceso de tutorías por Argentina para el proyecto “Amaia”, del director misionero Diego Bellocchio, que tiene como guionistas a Miguel Gómez Tejedor (Euskadi) y Martín Servente (Argentina) y como productores a Yamila Barnasthpol (Argentina) y Asier Bilbao Izacelaya (Euskadi). En este sentido, Batlle manifestó, “en principio se trabajó en la creación de los proyectos, se agruparon los cineastas del País Vasco y de Misiones, para conformarse luego los equipos y empezar a trabajar con las ideas para delinearlas. Se presentaron a un jurado de primer nivel que los evaluó: (José Luis) Rebordinos, uno de los directores del Festival de Cine de San Sebastián, y Viviana Diroli, gerenta de Internacionales del INCAA. Posteriormente se seleccionaron los dos proyectos que finalmente quedaron para las tutorías, que se realizaron semanalmente. Se trabajó online a distancia, por un lado con un tutor vasco en cuanto a guion y dirección, y en mi caso la producción”, explicó.
Luego de esa primera etapa de tutorías virtuales, se pasó al trabajo presencial que se realizó durante julio en Posadas. “Mientras estuve trabajando en Posadas con ‘Amaia’, el tutor vasco, Pedro Rivero está en Bilbao con cineastas misioneros y locales con ‘Soberbio’”, añadió. Este último es un proyecto del director Lander Mújica (Euskadi), con guion de Sergio Acosta (Argentina) y Jon Mikel Gutierrez (Euskadi) y los productores Benjamín Correa (Argentina) y Unai Madariaga (Euskadi).
A su vez, Batlle hizo hincapié en que las tutorías son una experiencia gratificante, de construcción y diseño, de hacer planes sobre las películas, siempre es una etapa muy atractiva. “Labko es un proyecto muy positivo, revolucionario, alejado de las grandes capitales, porque no es un laboratorio que combina cineastas de Buenos Aires y Madrid, lo cual habla de una federalización en ambos casos. Además creo que los proyectos tienen una gran potencialidad de transformarse efectivamente en coproducciones hispano – argentinas, son muy diversos entre sí, uno es una película más de género, de terror que es ‘Soberbio’. ‘Amaia’ es un drama más familiar, autoral, de búsqueda. Ambos son muy válidos, tanto desde el aspecto cultural como en sus potencialidades productivas de generación de trabajo, difusión y hermanamiento entre los dos territorios”, remarcó.
Batlle destacó que el Labko incluye la promoción de los proyectos en los dos mercados principales de ambos territorios, el Industry Club del Festival de San Sebastián, y Ventana Sur que organiza el INCAA y el Festival de Cannes. “Son dos proyectos muy atractivos que generan un puente entre ambas comunidades”, sostuvo.
“Hablamos de lo mismo y hacemos lo mismo”
“Estar en Misiones es una sensación interesante e intensa, porque hemos conocido personalmente no solo a los miembros del equipo sino también a los tutores. Con el cambio cultural, la forma de hacer, ser y entender, te das cuenta que aunque los métodos y sistemas puedan parecer diferentes, es lo mismo. Hablamos de lo mismo y hacemos lo mismo, que es cine, y de un modo u otro hay puntos de encuentro, y aunque en el camino a veces te sorprenden ciertas cosas, siempre llegas a un final común”, valoró el productor del proyecto por Euskadi, Aiser Bilbao Izacelaya .
Además resaltó, “la experiencia de conocer a Diego Bellocchio, como a Yamila Barnasthpol, o Martín Servente (el otro guinista) fue muy buena, creo que nos hemos entendido que lo más importante es que tenemos muchas ganas de hacer, y de superar los contratiempos y obstáculos que puedan surgir para poder ver proyectada en el cine una película que hemos creado desde un principio en este proceso de colaboración”, aseguró.
“Un proceso distinto”
Por su parte, el director de “Amaia”, Diego Bellocchio expresó sobre el proceso de co-creción de Labko, “es nuevo para mí y para el equipo, es una dinámica dónde venimos trabajando a distancia, haciendo video – llamadas y así se fue creando una idea, se fue desarrollando, hasta el día de hoy en que está hecho un tratamiento y armada la sinopsis”, destacó. “Nos conocimos personalmente hace unas semanas y comenzamos a intercambiar información, a trabajar cara a cara, para continuar el proceso de co-creación que comenzó a distancia. Esto es nuevo, aún está en desarrollo, falta camino por delante, pero ya es un avance importante el haber estado juntos, que ellos hayan conocido más la provincia y el lugar donde transcurre un 20 o 30 por ciento de la historia. Es un proceso distinto, pero creo que va a llevar a buen puerto”, estimó el realizador misionero.
Asimismo, la coproductora por Argentina de “Amaia”, Yamila Barnasthpol (Montecine) indicó que se trata de un proyecto en coproducción de un 80 por ciento en locaciones del País Vasco y 20 por ciento en Argentina. “El IAAviM nos garantiza un aporte del 30 por ciento del presupuesto. Por otra parte, a partir de estas clínicas, estamos desarrollando el proyecto, realizando un análisis en profundidad de todo: de la idea, la producción, del presupuesto y plan de financiación, como de las estrategias que podemos plantear para que se pueda llegar a filmar”, comentó la productora misionera.
A su turno, el guionista del proyecto, Martín Servente expresó que escribir en compañía con un colega vasco es por demás interesante. “El proyecto Labko me motivó, ya que la vinculación se realizó a través de una plataforma digital. Nos fuimos conociendo, Diego y Yamila estaban de rodaje, me junté con Miguel Gómez Tejedor y proyectamos ideas que fueron transformándose cuando se incluyeron los demás. Creo que es un trabajo hecho amalgama, la idea inicial tomó forma entre los cinco”, puntualizó.
Finalmente, el coguionista por Páís Vasco, Miguel Gómez Tejedor celebró la instancia de trabajo en Posadas y manifestó, “cuando me propusieron cocrear un guión me pareció interesante, y más aún teniendo ya a bordo al director y productores. Muchas veces avanzas y escribes y cuando el director llega al cabo de un año de desarrollo, volvemos a empezar. Adoro el folklore argentino, canto tango, más allá de que me guste la idea de coescribir”, afirmó.