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El director Augusto González Polo destacó que “fue un éxito” el rodaje de “Fantasma vuelve al pueblo”

Durante el mes de febrero se llevó adelante en la localidad de Aristóbulo del Valle el rodaje de la película “Fantasma vuelve al pueblo”, del director misionero Augusto González Polo. Una comedia con tintes de historia melancólica y reflexiva sobre cómo la amistad se ve afectada con el paso de los años y los ideales de la juventud se ponen en crisis, y a medida que pasa el tiempo eso incide en la relación entre amigos. También hace foco en la relación entre las personas y los animales, el vínculo que se puede generar, según explicó el realizador y guionista del largometraje. El guión fue seleccionado (en primer lugar) en el segundo llamado de la convocatoria para producción de películas nacionales de ficción y animación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) del año 2017 y contó con el apoyo del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM). Es producida por Mónica Amarilla (Inimaginaria Producciones) en coproducción nacional con Santiago Carabante y Montecine SAS (Yamila Barnasthpol). En referencia a su inspiración para abordar esta historia, González Polo señaló que por un lado puso el foco en la precarización laboral y por otro lado el trato el maltrato hacia los animales. “Si bien en los grandes centros urbanos el tema está más careteado y contenido, en los pueblos se ve mucho más a flor de piel debido a que están los mismos componentes de la sociedad que tiene una gran ciudad, pero en menor proporción, por lo tanto estos temas quedan más expuestos”, subrayó.

Aristóbulo del Valle

La trama de “Fantasma vuelve al pueblo” siempre sucedió en Misiones, “de hecho la escribí estando en Aristóbulo del Valle, la seguí trabajando en otro lado y la termine de escribir con ‘Che’ Sandoval, que es chileno. De todas maneras es una historia que se podría trasladar a un pueblo equis de cualquier otro lugar, pero por suerte sucedió ahí donde la ficción se realiza orgánicamente porque está anclada en anécdotas, personajes y situaciones de la vida real de Aristóbulo”, detalló. En esa línea consideró que el rodaje “fue un éxito” porque se filmó con muy poco tiempo y recursos muy limitados, sin posibilidad de ningún tipo de back up de nada. “Teníamos 20 jornadas, cuatro semanas, de las cuales había que restarle dos días a la presencia del protagonista que venía del Uruguay y el 1 de marzo tenía que estar en Italia trabajando en el teatro. Estuvimos súper apretados y sin posibilidades de suspender por mal tiempo ni nada. Siempre se presupuesta con un margen de riesgo, pero acá estábamos sin salvavidas y se logró hacer todo de una manera perfecta”, aseguró. Por otro lado, también funcionó muy bien la convocatoria del elenco, que más allá de unos pocos actores y actrices convocados de antes, el resto de la gente es de Aristóbulo del Valle con poca o nada de experiencia actuando. En el elenco se puede destacar a Alfonso Tort, el actor uruguayo que ya pudimos ver en 25 Watts (Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella, 2001), Capital (todo el mundo va a Buenos Aires) del propio González Polo (2007) y en La noche de 12 años (Álvaro Brechner, 2018) donde interpretó a Eleuterio Fernández Huidobro. También se encuentra Diosque, músico de la escena independiente, Josefina Kramer, docente de teatro en San Ignacio, Malena Reynoso, Rocío Prette y Fernando Rosa que, nuevamente será dirigido por el misionero, después de la aún no estrenada Los tiempos están cambiando (2018).

Proceso de post producción

En lo que respecta del equipo técnico, González Polo comentó que se armó por las circunstancias, “20 personas trabajaron en la película y se terminaron de definir en 10 o 15 días antes de empezar el rodaje. Los cuatro rodajes en paralelo que había en el mes de febrero en Misiones se llevó a gran parte de la gente con quienes yo ya había trabajado en el corto ‘Los Tiempos Están Cambiando’, que filmamos en agosto”, recalcó. Según hizo hincapié, se formó un equipo humano interesante, sólido, y no eran todos de Buenos Aires, como suele pasar, sino que además de los misioneros eran de diferentes lugares del país. “El resultado, técnica y estéticamente fue perfecto”, reforzó. “Actualmente se está terminando de cancelar algunos detalles del rodaje y en lo personal estoy revisando el material, sincronizando y pensando en pasar al editor. Ojala salga todo bien y ojalá podamos seguir filmando en Misiones”.

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